Salimos a andar en bicicleta y después de un rato, empezamos con las molestias ¿Te resulta familiar?
Hablemos de algunas cosas que nos aportarán comodidad en nuestras salidas en bici.
Doblar los codos
Una de las primeras cosas que debemos evitar, es ir en bicicleta con los brazos demasiado rígidos. Esto lo único que va a hacer es que todas las vibraciones e imperfecciones de la carretera pasen a través de nuestro cuerpo y comiencen las molestias, ya sean en los brazos, los hombros o la espalda. En lugar de eso, lo que debemos hacer es doblar un poco los codos, ya que de esta manera podremos amortiguar mucho mejor esas imperfecciones en el asfalto o terreno.
Intercambiar posición de agarre del manillar
En las salidas largas, puesto que tenemos un manillar de carretera, podemos ir intercambiando entre varias posiciones de agarre, ya sea agarrando las manetas, la cruceta o la parte de abajo del manillar. Así evitaremos cargar siempre los mismos grupos musculares.
El sillín
El asiento de nuestra bicicleta está diseñado para que nuestros huesos e isquiones sean los encargados de soportar el peso cuando vamos en bicicleta, por lo que el asiento tiene que ser ideal para nuestra fisionomía. Si es muy ancho o muy estrecho para nosotros, los huesos isquiones no van a apoyar bien, por lo cual no iremos cómodos.
Muchas veces la gente tiene el sillín con una posición demasiado atrasada y se van hacia la punta del sillín, una parte fina y estrecha que no está hecha para poder soportar el peso de nuestro cuerpo.